“Los lugares de la memoria”

Presenta un retrato colectivo del universo que emerge cada vez que me Ivan Araujo se pone a trabajar y vuelca sobre papel, tela u otro soporte, los híbridos y figuraciones encontrados y rescatados de su mente/contenedor que acaban resignificados en la obra. Construye la imagen desde el fragmento, desde lo pequeño, casi a modo de diario. La pintura, el acto de pintar-dibujar o pictografiar (como él lo llama) no es un hecho  aislado sino la consecuencia de un acto íntimo, necesario y acumulativo.

«Mi trabajo, de un tiempo a esta parte, se ha vuelto inquietante, a medio camino entre el juego y la pesadilla; habla de la infancia, del juego, del itinerario en el que uno se pierde y se vuelve a encontrar, de los viajes al centro de uno mismo y a ninguna parte. Habla del lugar que ocupa el miedo, lo trascendente; de ese intervalo en el que lo real y lo ilusorio se entrelazan al otro lado del espejo; de la extrañeza que te provoca el mundo que has plasmado como un mapa repleto de huellas, personajes y símbolos que te son ajenos y familiares a partes iguales. Se trata de un “umbral” que pone de manifiesto la ambigüedad entre lo que hay adentro, el territorio de la memoria rescatada y lo que queda afuera, plasmado en la obra, que no te pertenece y que ya tiene vida propia.«